El envejecimiento de la piel es un proceso natural que puede ser acelerado por diversos agentes. Algunos de ellos son controlables, como nuestros hábitos o el efecto de los factores climáticos, pero otros no pueden evitarse.
Los agentes que pueden causar o acelerar este proceso pueden dividirse en extrínsecos, como la luz solar y el tabaco, e intrínsecos como algunas enfermedades y los factores genéticos.
El fotoenvejecimiento causado por los rayos UVA de la luz solar es causante del 75 % de las arrugas
Cuando la piel se avejenta se torna más fina y la grasa bajo ella merma progresivamente; aparecen arrugas y manchas especialmente en las zonas expuestas al sol. Se presenta flacidez por haberse perdido la elasticidad al disminuir el contenido de colágeno. La textura se hace seca y rugosa; puede perder el color y hacerse pálida. Pueden también aparecer vasos visibles, y la fragilidad de los capilares genera hematomas.
La exposición a una diversidad de factores durante un tiempo prolongado y sin tomar precauciones puede hacer que la piel sufra un proceso acelerado.
- La luz solar
Estar bajo el sol sin protección causa exposición a los rayos UVA. Este tipo de radiación llega hasta la dermis, atravesando la epidermis, y es la responsable del bronceado, pero también de que ocurra el fotoenvejecimiento, responsable del 75 % de las arrugas. Esto es especialmente importante cuando la exposición comienza en edades tempranas de la vida, pues es un daño acumulativo.
Además del fotoenvejecimiento aparecen cambios e irregularidades en la pigmentación como melasmas o manchas, pecas y lunares. Otra consecuencia es la hiperqueratosis, que se trata del engrosamiento de la capa más superficial o capa córnea.
- Factores hereditarios
La raza y el tipo de piel son factores intrínsecos y por lo tanto no modificables que son una de las causas del que la piel envejezca prematuramente. Las razas asiáticas son más propensas a presentar coloración irregular mientras que las pieles muy blancas se arrugan prematuramente.
El tabaco y la dieta pobre en antioxidantes causan envejecimiento prematuro por los radicales libres
- El tabaco
Varias de las sustancias contenidas en el humo del tabaco son responsables de aumentar el estrés oxidativo. Este se produce cuando aparece un desbalance en las reacciones redox del organismo y se generan radicales libres y peróxidos. Estos compuestos producen daños en las células, especialmente a nivel de sus proteínas y ADN.
Por otra parte, el tabaco genera constricción en los vasos sanguíneos, con lo que el aporte de oxígeno a las células de la piel disminuye, lo que también contribuye a causar el envejecimiento.
- Menopausia y alteraciones hormonales
Cuando se instala la menopausia, al cesar el período de fertilidad en la mujer, muchas de las glándulas endocrinas dejan de prestar su función gradualmente por un proceso involutivo. Este factor también incrementa el estrés oxidativo en los tejidos.
- Dieta
Una dieta pobre en antioxidantes que combatan los radicales libres predispone a sufrir de envejecimiento prematuro. Estos nutrientes, presentes en frutas y vegetales, neutralizan los radicales libres.
- El alcohol
El consumo excesivo produce deshidratación y tiene el efecto de dilatar los vasos sanguíneos, lo que puede llegar a ser permanente.
Para evitar el envejecimiento prematuro es necesario consumir una dieta adecuada, preservarse del sol y evitar el alcohol y el tabaco así como hacer ejercicio regularmente. Los cuidados específicos para el rostro incluyen la limpieza profunda frecuente, el uso de productos con factores de protección solar y cremas regeneradoras, nutritivas e hidratantes.
Las terapias de rejuvenecimiento facial previenen el envejecimiento prematuro y permiten recuperar la piel
En los centros de medicina estética se puede lograr el rejuvenecimiento facial, evitando el envejecimiento prematuro y devolviendo a la piel su lozanía. Entre estos se cuentan la mesoterapia, los tratamientos con Luz Pulsada Intensa o IPL y los peelings.
El envejecimiento de la piel es un proceso que puede prevenirse evitando exponerla a los agentes que la afectan y recurriendo a las terapias de rejuvenecimiento.