La mentoplastia es una de las operaciones estéticas más prácticas para mejorar el aspecto del óvalo facial. A continuación, se describen las características fundamentales de esta intervención, su tipología y los beneficios para la salud del paciente.
Esta operación se lleva a cabo para corregir cualquier defecto que pueda tener la persona a intervenir en el mentón. Es una cirugía muy fácil de llevar a cabo lo que garantiza que el periodo de recuperación sea bastante corto. En apenas minutos es posible conseguir un resultado perfecto y en unas horas el paciente puede regresar a su casa y hacer su vida normal.
Por lo general, hay dos grandes tipos de intervención:
- De aumento. Es la más recomendable cuando el mentón, por diversos motivos, o bien no se ha desarrollado correctamente o bien ha sufrido algún tipo de accidente o incidencia que han terminado por afectar a sus dimensiones normales. El cirujano colocará en el interior de la boca, a través de una incisión en la parte inferior del mentón, una prótesis de silicona para recuperar la forma perdida. Si el paciente tiene exceso de grasa en la papada, se aprovecha esta materia orgánica para hacer el relleno correspondiente.
- De reducción. Un mentón prominente puede estar provocado por un problema esquelético o por una problema mandibular. En el primer caso, habría que hacer un estudio detallado de la situación para corregirlo. En el segundo, el más habitual, se lleva a cabo una pequeña incisión en el lateral de la mandíbula para reubicarla y conseguir así el efecto deseado.
A pesar de ser una intervención estética, es muy habitual que el paciente presente una serie de síntomas que alteran, de forma severa, su calidad de vida. De hecho, las personas con un mentón poco desarrollado sufren de apnea del sueño y de problemas respiratorios casi en un 100 % de los casos.
Cuando el mentón es prominente es habitual que la persona afectada tenga problemas de insomnio y que sufra migrañas constantes, así como bruxismo (rechinar de dientes). Es decir, no todo el que se opera lo hace por cambiar su imagen. Esta cirugía también busca mejorar la funcionalidad del aparato respiratorio y mejorar el estado de salud del paciente en términos generales.
Algunos pacientes presentan un mentón no habitual debido a un problema congénito. En estos casos, es el cirujano el que ha de encontrar la mejor solución posible que pasar´ por combinar las dos técnicas anteriores y por convertir la cara del paciente en la que siempre debería haber sido.
Como venimos indicando, sí. Las incisiones son siempre de pequeño tamaño y la hinchazón es mínima por lo que el postoperatorio es fácil de afrontar. El paciente podrá mirarse al espejo a las pocas horas y comprobar el cambio experimentado sin demasiados problemas. Si, adem´s, se consigue que mejore la respiración, que la persona pueda comer con normalidad y que le sea posible tener un descanso más reparador, la conclusión no puede ser más positiva.
La mentoplastia es una de las operaciones más sencillas y efectivas a las que se puede someter en una clínica de cirugía estética. Se le aconseja que confíe en su cirujano y que no dude a la hora de hacerle todas las preguntas que estime oportunas sobre esta intervención. Nos encargamos de aclarar todas sus dudas y de garantizarle un resultado que no solo signifique el inicio de una nueva etapa en su vida sino también una sensible mejora de su estado de salud.