El microinjerto capilar es una técnica muy utilizada en la actualidad, que nos permite resolver la calvicie o alopecia de una manera natural y permanente, tanto en hombres como en mujeres. Existen varias técnicas para llevar a cabo este tratamiento, pero una de las que tiene mejores resultados es la que se basa en la extracción folicular
En la calvicie suele haber un área desprovista de cabello, usualmente en la parte frontal y superior de la cabeza. Mientras, otras áreas conservan el pelo, generalmente en los lados y en la parte posterior. Tanto en hombres como en mujeres, la causa más frecuente es la alopecia androgenética. Por efecto de los andrógenos, el cabello se torna cada vez más fino y su crecimiento se hace progresivamente más lento, hasta ser tan fino y ralo como el vello. Otros factores que pueden afectar al crecimiento del cabello son la herencia, el estrés y los hábitos de vida.
Como paso previo a realizar este procedimiento, debemos hacer un estudio para determinar cuáles son las mejores áreas dentro de la zona donante, la que conserva el cabello, y dónde se van a realizar los implantes en la zona receptora o de alopecia. Tanto el estudio previo como el procedimiento deben ser llevados a cabo por profesionales en el área de la dermatología especializados en alopecia. El procedimiento debe ser realizado en las áreas destinadas a ello dentro de las clínicas dermatológicas.
El microinjerto capilar es un procedimiento que consiste en tomar unidades foliculares de la zona con cabello para implantarlas en la zona que presenta calvicie. El procedimiento es minucioso aunque poco invasivo, ya que en ocasiones puede requerirse del injerto de hasta 5000 unidades foliculares.
Un folículo es una estructura en forma de bulbo muy activa que se encuentra en el espesor de la piel y de la cual surge cada uno de los cabellos. Estos folículos no se presentan aislados, sino que lo hacen en agrupaciones que pueden tener de uno a cinco cabellos. Esto es lo que constituye una unidad folicular, que no es visible a simple vista pero que, al ser injertada como un todo, asegura la viabilidad del futuro cabello.
Las personas suelen tener de 60 a 120 unidades foliculares por centímetro cuadrado, lo cual varía en función de la raza y el color de piel. Las personas rubias suelen tener una mayor densidad de unidades foliculares mientras las de origen asiático son las que menor densidad presentan.
Después de realizado el microinjerto capilar hay que guardar reposo por algunos días y dormir en posición sentada. Se debe evitar tocar la cabeza las primeras 24 horas y omitir los deportes o hábitos como fumar o ingerir alcohol, que pueden afectar la irrigación sanguínea de los injertos.
El injerto de unidades capilares en las zonas de alopecia garantiza un aspecto natural, con un crecimiento de cabello fuerte, uniforme y de una manera permanente. La densidad capilar obtenida también es muy satisfactoria y brinda un resultado igual al del cabello normal.
El período para iniciarse el crecimiento del nuevo cabello varía de 3 a 6 meses, y después de un año ya se puede prescindir de los controles médicos postoperatorios.
Por tratarse de un injerto llevado a cabo con tejidos del propio paciente, es prácticamente imposible que exista rechazo del trasplante.
Además, la técnica permite una reincorporación relativamente rápida a las labores habituales, después de un período de restricciones relativas.
El microinjerto capilar es una técnica que permite poblar de cabello natural y denso las zonas de alopecia, de una manera permanente y definitiva.