Injerto capilar y sus cuidados posteriores

Son muchas las personas, sobre todo varones, que sufren calvicie, algo que afecta a la autoestima por la distorsión de la imagen corporal. Por eso, cada vez resulta más usual apostar por el injerto capilar para paliar el efecto de la pérdida de pelo.

Si nos hemos sometido a un injerto o tenemos pensado hacerlo en breve, recomendamos una serie de cuidados que se han de tener en cuenta después de su realización.

Lo cierto es que el injerto es una técnica que carece prácticamente de riesgo aunque reclama ciertos cuidados posteriores. Es necesario ser riguroso con los cuidados para asegurar la durabilidad del injerto y evitar que se produzca ninguna complicación.

Después de someterse a una técnica de injerto de pelo no es necesaria la hospitalización, ya que estamos hablando de una técnica muy sencilla que comporta muy poco riesgo. Aún así, se deben aplicar ciertos cuidados que desarrollamos a continuación.

Las dos primeras semanas posteriores a la realización del injerto es preciso realizar curas intensivas en la zona. Dichas curas se basan en:

- Fármacos antiinflamatorios y antibiótico durante los días que indique el especialista. Pese a que como hemos dicho la intervención es bastante sencilla, siempre puede surgir alguna complicación que mediante esta medicación logramos prevenir. - Evitar tomar aspirina (ácido acetilsalicílico), puesto que es un potente antiagregante y puede propiciar el sangrado en la zona.

- Se recomienda un reposo relativo, especialmente evitando deportes de contacto o mover la cabeza demasiado hacia los lados.

- No debemos tocar la zona implantada de ninguna manera: ni friccionándola, ni peinándola, ni lavándola, al menos, durante los dos primeros días.

- Pueden aparecer costras en los folículos pilosos que en ningún caso deberemos arrancar. Podríamos producir heridas que posteriormente se infectarán. Por ello, es mejor dejar que vayan cayendo solas y no porque las hayamos arrancado.

- Es necesario realizar curas específicas de los puntos hasta que se retiren. Por regla general, a los 15 días o a las 3 semanas se extraerán los puntos de la zona donante.

Además de los cuidados propios de la zona injertada, hay otra serie de recomendaciones que detallamos a continuación:

- Volver al trabajo. En la mayoría de los casos el paciente no tendrá ningún inconveniente para incorporarse a su puesto de trabajo al día siguiente. Todo dependerá del oficio desempeñado, ya que si realiza esfuerzos físicos o necesita casco, será preceptivo dejar un margen de tiempo prudencial para el retorno.

- Evitar en la medida de lo posible sudar. No se recomienda hacer deporte durante las siguientes semanas ni exponerse al sol de manera directa y menos aún a altas temperaturas.

- Utilizar durante un mes gorros y sombreros para que el sol no irrite la zona, sobre todo, en las horas centrales del día, puesto que la exposición alcanza mayores temperaturas en esas franjas horarias.

- No se debe cortar el pelo hasta que hayan pasado, como mínimo, 3 meses desde la intervención. Después, deberá cortarse en todo caso con tijera, porque para el uso de maquinilla habrá que esperar, al menos, otros 3 meses más.

- Es aconsejable utilizar una almohada hinchable y dormir boca arriba durante una o dos semanas. Después, de acuerdo con la evolución del paciente se podrá retirar la almohada hinchable.

- Lavarse el pelo con agua tibia y secar la cabeza con sutileza, sin llegar a rascar la zona del injerto.

En definitiva, realizarse un injerto capilar es una manera muy sencilla de ponerle fin a la antiestética calvicie de una forma segura. Sin embargo, siempre se ha de prestar atención a los cuidados preceptivos para evitar las posibles complicaciones.