Cirugía estética del abdomen

En la cirugia corporal del abdomen hay dos intervenciones que son parecidas: la abdominoplastia y la miniabdominoplastia. A continuación te hablaremos de sus diferencias y similitudes.

Ambas intervenciones van dirigidas a reparar de manera definitiva el aspecto del abdomen. Están indicadas cuando la piel presenta una flacidez acentuada o existe una separación de los grupos musculares que integran la pared abdominal.

Esta condición se llama diastasis de los rectos y genera un abdomen fláccido y protuberante, situación que no se resuelve con dieta o ejercicio, ya que se trata de un defecto de la pared muscular. Suele ser consecuencia de una obesidad acentuada o de sucesivos embarazos.

Son muy similares en cuanto a la t´cnica, pero el área a ser reparada es la diferencia fundamental.

Para esta intervención quirúrgica se realiza una incisión mayor, ya que la zona que se va a reparar en la pared abdominal abarca las zonas por debajo y por encima del ombligo, llegando hasta el esternón.

Esta incisión va de lado a lado, llegando a los pliegues inguinales. En la parte central pasa por encima del hueso púbico, como sucede con la cicatriz de una cesárea.

Esto permite al cirujano alcanzar la parte superior del abdomen y realizar la reparación de la pared muscular mediante una sutura que une los dos rectos abdominales en toda su longitud, que son los músculos ubicados en la parte anterior y central del abdomen.

Es la indicada cuando el área a ser reparada es solo la zona inferior del abdomen, debajo del ombligo.

La incisión entonces se limita a la zona encima del pubis, y se procede de la misma manera, suturando los rectos el abdomen, pero esta vez solamente en la línea entre el ombligo y el pubis.

Al contrario de lo que sucede con la abdominoplastia, esta cirugía no requiere de reposicionar el ombligo.

Al tener un mismo propósito, similar técnica quirúrgica e involucrar a las mismas zonas del abdomen, las dos cirugías presentan varias similitudes.

La intervención, dependiendo de cada caso, dura entre dos y cuatro horas, bajo anestesia general.

En cualquiera de los dos casos, la cirugía se puede combinar con liposucción en las partes laterales y frontal para eliminar el exceso de panículo adiposo que constituye la capa de grasa en el abdomen.

Ambas cirugías, junto con la rinoplastia y las cirugías de mamas, están entre las más solicitadas en España.

En los dos casos existen los riesgos relacionados con todas las cirugías: seromas, infecciones, problemas de cicatrizaci6oacute;n y sangrado prolongado.

Para prevenir los seromas o acumulaciones de líquido seroso, después de la cirugía se colocarán drenajes que estarán allí algunos días hasta iniciarse plenamente el proceso de cicatrización.

El paciente debe guardar reposo relativo entre quince días y un mes. Durante ese lapso se puede sentir algo de dolor y aparecerán quizás algunos moratones.

Se requerirá del uso de prendas de presoterapia durante el periodo de recuperación, con el objeto de disminuir el trabajo de los músculos abdominales y el dolor. Se usarán estas prendas de manera continua durante un mes y medio y luego se disminuirá paulatinamente su uso, dependiendo de la evolución en cada caso particular.

En los dos casos quedan cicatrices, en menor cuantía para la miniabdominoplastia. Al principio serán rojizas y protuberantes durante algunos meses pero luego se irán atenuando progresivamente. De cualquier manera, las cicatrices quedarán en zonas poco visibles. La silueta definitiva se logrará en algunos meses o un año.

La cirugia corporal busca devolver a la persona la imagen que ha soñado, siempre pensando en el bienestar del paciente.